mercredi 23 février 2011

Museo Van Gogh : Dos paisajes de Montmartre.

Aunque la explotación de las canteras de sulfato de calcio hidratado había cesado y las galerías subterráneas amenazaban con provocar el derrumbe de la colina, cuando Van Gogh se instaló en París, en 1886, Montmartre todavía poseía sus canteras y algunos molinos. En ellas, el sulfato, explotado desde la época galo-romana, era transformado para elaborar el famoso "yeso de París" reputado no sólo para la construcción sino también para el moldeado.



De esas canteras, Van Gogh realizó varios cuadros y dos de ellos, expuestos en el Museo de Amsterdam que lleva su nombre, atrajeron mi interés.


La colina de Montmartre con la cantera de piedras (1886).



Uno diría que el estilo "más conocido" del artista ya está presente. Si bien los colores, todavía no incendian el lienzo, ya estamos lejos de los tonos opacos de sus primeras obras. La técnica de pequeñas pinceladas o "trocitos de color" crea la colina y ese personaje solitario expresa el sentimiento.



Montmartre : molinos y jardines de verduras (1887)




¡ Aquí reconocemos un Van Gogh ! Sin embargo, este cuadro nos recuerda tanto a Seurat : la técnica del puntillismo ha sido utilizada en parte para pintar lo concreto : casas, molinos, campos, campesinos. El cielo, sin embargo, parece un esbozo de los que pintará Van Gogh, al final de su vida.






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